Como podéis imaginar, no os voy a hablar de gastronomía, pero si os invito a que si pasáis por Unquera hagáis dos cosa. Una, ir a comer a Casa Samuel, y otra, que degustéis las corbatas, dulces típicos de esta localidad, en Casa Canal, que lleva elaborándolos desde 1951.
Como bien habéis adivinado os hablare de agua. En Casa Samuel, fui sorprendido con esta botella de Agua de Solares. No penséis que estoy senil y que no sabia que existiera, no, para nada, lo que me sorprendió es que me sacaran una botella de vidrio, y además, lo mejor de todo, es que sabia a Agua de Solares. Por que digo esto, por que ya estaba arto de beber Agua de Solares en botella de PET allí por donde se sirva este agua, al menos en Bizkaia, mi residencia natural y también en Álava, donde de vez en cuando suelo comer. Una botella, la de PET, que por otra lado reconozco que a distancia pasa por ser de cristal, por lo bien diseñada que esta, pero que luego puestos a la realidad de las cosas no deja de ser de platico, y eso lo odio.
Sirvan esta alineas de homenaje merecido a los hosteleros que son los únicos que de manera mayoritaria son los “sufridores” y mantenedores del proceso de embotellado del agua en vidrio. Las multinacionales que nos esclavizan con sus “súper-mega-áreas comerciales” son los culpables de la existencia de las botellas de plástico, por mucho marketing que le quiera echar y por mucho que intenten rebozarse de "guais" y de ecológicos y de mirar por el medio ambiente, en los últimos tiempos han descubierto el filo de las bolsas… son los culpables de que tengamos botellas de plástico, ya que ellos no quieren la responsabilidad de reciclar y de recoger “cascos”, como los llamábamos cuando yo era pequeño.
Gracias Agua de Solares, por tratar bien al menos a los comensales de su entorno más próximo, animo!!
Todos nos merecemos una botella de cristal.
Gracias Agua de Solares, por tratar bien al menos a los comensales de su entorno más próximo, animo!!
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